miércoles, 4 de septiembre de 2024

Sobre «Nene, esto no es una canción de The Smiths» en Topos Cineclub

Escribir ficción siempre me ha resultado doloroso. Para que funcione, se necesita cierta precisión y lucidez, cierta concentración con la que no cuento todos los días. Entonces me es preciso preparar el cuerpo, como si de una maratón se tratara, con calentamiento incluido y buscando no sentir la presión del tiempo que corre. Será por eso que se abandona con tanta facilidad. No me pasa lo mismo con lo otro, digo, con la escritura de reseñas, muy estilo libre, para nuestro blog de cineclub o los breves párrafos que de vez en cuando aparecen en este blog. Eso, esto, es divertimento puro. Y eso que el procedimiento técnico es básicamente el mismo: una idea que flota desde las primeras palabras del texto y ahí seguido se se desarrolla, se disgrega tanto como es posible y luego se reencauza para al final intentar darle un cierre redondo, circular. Que no es otra cosa que planear cualquier texto como si de una ficción se tratara, insuflando de personalidad a las ideas o rompiendo esa característica linealidad que, al menos a mí, me resulta tan insulsa. Ahora he escrito una reseña para Topos Cineclub sobre (500) Days of Summer. ¿Qué decir de una peli con megaestrellas de Hollywood que ha sido tan comentada y que es fuente inagotable de memes romanticones? ¿Hablar de la música de la maravillosa Regina Spektor o de The Smiths? ¿Enumerar las referencias a una muy desgastada cultura pop? Quizá todo eso, quizá nada de eso. Así que tal vez solo sea necesario despachar el speech sobre nuestra idealización del amor, sobre las expectativas que cargamos sobre los demás, porque solo somos seres solitarios en un enorme IKEA que juegan a la felicidad en medio de un enorme decorado. Y bueno, puede ser divertimento, pero hay temas que son una herida en el costado. Aquí un aparte de la reseña y el enlace para ir. 

Es ese viernes luego del día 402 con tu Summer. Tienes cierta escena, digamos, tipo "Expectativas vs. Realidad". Estás tan convencido que puedes escuchar en tus adentros Hero de Regina Spektor. Entonces, la pantalla de tu vida se divide en dos, como un glitch en la matrix, una anomalía que muestra la divergencia entre tus sueños y la pared de la verdad (Spoiler: no saldrá bien).

lunes, 10 de junio de 2024

Sentados alrededor del fuego



Somos los que un día se sentaron alrededor del fuego mientras las llamas danzaban y nuestros ojos se alzaban hacia las estrellas, buscando respuestas en ese titilante lenguaje estelar. Somos los mismos que un día lanzamos un armatoste llamado Voyager I y descubrimos que no éramos más que un pequeñísimo punto azul pálido en un rinconcito vacío del cosmos. Siempre como exploradores incesantes en búsqueda de respuestas. Pero entonces, ¿quienes éramos para entender el significado de tanta soledad? Y, aun así, un día, no muy lejano, seremos los mismos que, ojalá con mejor suerte, atravesaremos nuestra odisea espacial de la mano de un HAL 8000. Tenemos todas las posibilidades al alcance de nuestra imaginación, tenemos conocimiento heredado y ampliado. Desde el principio hemos sido capaces de lo divino y lo execrable. Erguimos la espalda por primera vez para lanzar la piedra contra el neandertal que cazaba tranquilo por la llanura, pero también fuimos el primero en proteger y vendar la herida del amante, sin abandonarlo a la vera del camino y a la buena de los dioses. Ahora, que he participado en el acto infinito de la escritura, sé que somos uno solo. Hemos cambiado la hoguera y el fuego por un puntero titilante en una pantalla en blanco, pero seguimos fascinados por las posibilidades de una explicación superior, cargando, cada uno, con un fragmento de nuestra epopeya universal.


Aparte de la introducción al conversatorio “De la vida al cuento”, leído el día seis de junio en la FELVA 2024.