Recordando "El Túnel" del maestro Ernesto Sábato, ahí tirado (en mi sofá) pensaba en ellos, en lo profundos y tortuosos que pueden llegar a ser. Recuerdan cómo "Juan Pablo", él, muy importante y todo estaba allí casi enterrado? Hay dos lugares en esto de los túneles: dentro de ellos y allí donde es mas tranquilo, lejos de ellos, afuera. Comencemos a desvarajar esto: los túneles negros y profundos están llenos de suciedad, la suciedad que te vas creando, de la que solo tu eres propietario. Solo te queda mirar por los pequeñas ventanitas a el mundo exterior, al principio no lo haces, la luz de afuera te llena de lágrimas los ojo al instante. pero con el dolor que te produce miras, lo has hecho, al menos eso crees has encontrado a alguien que no le inflama tu dolor y quizás te dedique algunas miradas acompañadas de lastima. Pero no sabes que hacer, te da la impresión que desea correr y no te queda más que resignarte a esperar que decide.
Si estás afuera (en mejor posición) es posible que un día (de esos cualquiera) vallas caminando por ahí y agaches tu mirada y en un pequeño orificio ya casi a punto de cerrarse. Ah, veas un par de ojos que te miran con gran desespero y ansiedad, no sabes que hacer, son ojos rojos, humedecidos por lágrimas, un poco saltones y se les nota tan tan solos. Quizás seas la primera persona que vean. que hacer? Te comienzas a desesperar, puedes dejarlo allí pero no podrías con tu conciencia (que ya la traes atormentada), pero no lo mejor sería correr, pero entonces?
Mis amigos, ¿en donde estamos?, ¿afuera o adentro?
Solución para ambos, no mires arriba, No mires abajo.
Ahora si: Si estás abajo, con las manos podrías romper la ventana e intentar salir (con cuidado que el de afuera no se asuste)
Si estás arriba, por favor: no corras.